viernes, 27 de diciembre de 2024

Skayschop: por siempre amigos

Por: Cristóbal González Lorca

Skayschop fue una banda chilena de ska, de los años 90, proveniente de la zona sur poniente de Santiago. La historia del grupo comenzó entre las comunas de El Bosque y San Bernardo. En aquella época sonaban en el ambiente underground de la capital, grupos como Los Miserables, connotada banda punk del mismo sector. Ademas se escuchaban en dicho entorno, discos como “Bares y Fondas” , el álbum debut de Los Fabulosos Cadillacs y “El Circo” de los mexicanos de Maldita Vecindad. 

Con esas y otras bandas como referencia nació Skayschop. Estaban presente inicialmente los músicos Gino Alveal en la voz, Rodrigo Estay en la batería, Pedro Graffigna “el gringo” , en el bajo y Miguel Díaz en la guitarra eléctrica. Juntos, ellos protagonizaron un interesante capitulo del Ska chileno.

“Skayschop se desarrolló entre 1993 y 1996. Nuestra historia se inició en la división de El Bosque y San Bernardo, éramos un grupo de amigos que nos unimos para explorar en el Ska como género y estilo de vida”, nos cuentan los miembros fundadores de la banda, quienes con memoria y detalles, comentan acerca de las influencias e historia del conjunto.

“En Skayschop estuvimos influenciados por el movimiento Two Tone inglés, por bandas como The Specials, Madness y The Selecter, cuyos sonidos y mensajes políticos resonaban en nuestros corazones. También nos marcó el punk rock de The Clash, que introdujo una actitud combativa y social. En Latinoamérica, Los Fabulosos Cadillacs, Maldita Vecindad y en Euskadi, Kortatu, dejaron una gran huella en nosotros, tanto en su estilo musical como en su enfoque creativo. Localmente, Los Miserables fueron una referencia importante, ellos mostraban que era posible desarrollar el Ska en Chile con una identidad propia”, cuentan los muchachos, agregando que al comienzo Skayschop tocaban covers de varios de esos grupos, incluyendo temas de la banda liderada por Cláudio García, 

“Al principio, tocábamos versiones de The Clash, Kortatu y también de Los Miserables, luego empezamos a componer temas propios. Participamos en eventos locales, festivales y shows a beneficio, compartiendo con bandas emergentes y con grupos de renombre como The Ramblers y Quelentaro” señalan.

A la formación inicial compuesta por Miguel, Gino, Rodrigo y Pedro, se sumaron luego Sergio Alarcón “Jerry" en trompeta, Claudio Sepúlveda “Claudiño” en el trombón, Cristian Moya “El Quinta" en el teclado, Cristian Rojas y Alfredo López “El Guepa", en percusiones y Javier Chacón “Vítoko", en el saxofón. “Esta formación le permitió a Skayschop convertirse en una de las primeras bandas chilenas de Ska en incluir un bloque completo de bronces, lo que nos distinguió bastante”, comentan.

Los miembros del grupo recuerdan cómo era el ambiente underground de esos años en El Bosque: “Era vibrante, pero también desafiante. En la zona predominaban bandas de sonido metal, pero existía también una diversidad de estilos que convivían, era un circuito muy solidario. De hecho, Skayschop encontró apoyo entre los músicos metaleros, quienes solían prestarnos instrumentos y equipos para ensayos y presentaciones. Las comunas del sur de Santiago se caracterizaron por contar con bandas de muy buen nivel, además de un fuerte espíritu de autogestión y una energía creativa inagotable, convirtiendo esta zona en un semillero de bandas emergentes. Este contexto le permitió a Skayschop desarrollar su identidad”, indican.

“Nuestro debut fue en el Anfiteatro Ferroviario de San Bernardo. Alcanzamos a tocar solo cuatro temas. Al momento de interpretar "Yo quiero ser artista" de Los Miserables, el mosh se descontroló y todo terminó en una riña, con heridos y la interrupción de la tocata”, narran los muchachos, reflexionando sobre el contraste entre la ebullición creativa y la aspereza que a veces se daba en los ambientes subterráneos. Pese a las peleas que a veces ocurrían en el público, el grupo recuerda ese momento como una etapa muy interesante y activa.

De hecho, luego de ese primer show Skayschop comenzó a tocar constantemente. “Nos invitaban a tocar en todo tipo de lugares, en infinitos “bares y fondas” (como el título del primer disco de los Cadillacs). Íbamos a cualquier sitio donde nos ofrecieran un par de cervezas. Lo pasábamos bien, tocábamos mucho cerca de nuestro barrio, actuábamos principalmente en las comunas del sur de la capital”, recuerdan.

Pese a que gran parte de la carrera del grupo se desarrolló en San Bernardo y El Bosque, hubo algunos hitos en su historia que tuvieron como telón de fondo a otros territorios como Ñuñoa, comuna ubicada hacia el oriente, conocida por su impronta y ambiente cultural.

“Nuestro primer gran logro, de hecho, fue ganar el “Festival de la Voz de Víctor Jara” en 1993, organizado por el Partido Comunista en la comuna de Ñuñoa. Llegamos como el niño pobre del curso, rodeados de bandas profesionales, artistas que cultivaban una diversidad de estilos impresionantes, músicos que tocaban acordes perfectos, con grandes equipos. Pero lo dimos todo. El tema que elegimos para tocar era una mezcla de reggae y ska llamado "Por siempre amigos", una canción que reflejaba el estilo de vida de Skayschop, donde ser amigos era lo más importante. Nos paramos frente al público y, de alguna manera, sentimos una conexión especial. Para nosotros, Víctor Jara era el gran cantautor del pueblo, y lo que intentábamos hacer era seguir ese impulso, crear, sin mucho talento, quizas, pero con muchas ganas, nuestra música; el grupo era algo que amábamos profundamente. Sin mucha elocuencia, ganamos el festival, nos sentíamos orgullosos, pero también un poco asombrados de estar viviendo esa experiencia”, escribieron los fundadores, anteriormente, en relación a este hito.

Posteriormente vino el momento en que Skayschop se vinculó con otros referentes de su mismo estilo, encuentros que también ocurrieron en Ñuñoa.  “Vivir en la zona sur de Santiago significaba que, para trasladarnos a otra comuna con nuestros instrumentos, debíamos viajar en micro por aproximadamente una hora y media de ida, y lo mismo de vuelta. Esto representaba una gran barrera al momento tocar en otros escenarios. Por esta razón, de la primera camada de bandas ska, solo tuvimos la oportunidad de conocer a Santiago Rebelde en esos años. Con ellos compartimos escenario en un evento realizado en un colegio de Ñuñoa en 1993”

Este encuentro es recordado por el grupo como un hito “nostálgico y romántico, fue emocionante encontrar otra banda que también cultivara el género en Chile”.  Santiago Rebelde, surgidos en 1989 y con su estilo sólido y un saxofón que evocaba a Madness, dejó una grata impresion en Skayschop. Durante el evento, ambas bandas corearon juntas temas del Two Tone, como "Monkey Man" de The Specials.

“Existen unas fotos en blanco y negro que el hermano de Gino nos tomó en una sala de clases usada como camarín, donde estamos los  Skayschop junto a Corzario, de Santiago Rebelde, cantando juntos temas emblemáticos de The Specials. Imagínense ese momento, Santiago Rebelde y Skayshop coreando juntos en un camarín, temas del Two Tone…inolvidable”.

De El Bosque a Ñuñoa y de ahí a los medios masivos, ese fue el interesante y atractivo viaje del grupo.  En aquellos años Skayschop logró que su llamativa versión en clave ska de “Te he prometido” de Leo Dan sonará en radio FM Tiempo, siendo presentados al aire por Paulina Magnere.

1993 , en tanto, la banda tuvo la oportunidad de mostrar su tema “El doctor del bar”, en el popular programa de TV Extrajovenes. Un momento mítico, pues fue una de las primeras apariciones en tenevision de un grupo chileno de ska. 

“La versión de "Te He Prometido" fue un éxito inesperado. La grabamos con el apoyo del tremendo Lucho Gálvez (sonidista de Illapu). La canción llegó a sonar en Radio Tiempo, marcando un logro significativo para un grupo emergente de la periferia; aunque el “minuto de fama” duró solo unos meses, nos permitió marcar un hito como una de las primeras bandas de ska chilenas en ser escuchadas en una radio de alcance nacional”.
 
Sobre el notable paso del grupo por el  popular programa Extra Jóvenes, estos son los recuerdos de la banda. “Tuvimos la oportunidad de participar en un concurso bandas en el programa “Extra Jóvenes” en marzo de 1994, transmitido por Chilevision, con Marcelo Comparini y Verónica Calabi como conductores. Decidimos interpretar el tema “El Doctor del Bar”. En esta canción, el ska se mostraba en gloria y majestad, como una cura para todas las penas, y sobre todo, representaba la amistad que nos unía. Tuvimos la dicha de ganar, a pesar de que competíamos con bandas de muy buen nivel. Cómo premio nos regalaron una guitarra electroacústica que al tiempo despues vendimos, y con el dinero compramos lo que sería nuestro primer bajo eléctrico: una especie de Frankenstein fabricado con un mango Yamaha y una tabla para el lavado, pero al fin de cuentas, lo importante era que sonaba”.

En 1994 Skayschop tocó en un evento de la Teleton en su comuna al que invitaron a una naciente nueva banda del barrio, los Sandino Rockers. Un hito también memorable.“En 1994, nuestro baterista Rodrigo Estay ("El Pelao") entró en contacto con Juan Pablo ("JP", primer bajista de Sandino Rockers). Creo que fueron compañeros en el Liceo de Hombres de San Bernardo. JP le comentó que tenía una banda llamada “Sandino Rockers” (cuando eran solo cuatro integrantes). Ellos, al igual que la mayoría de los miembros de Skayschop, pertenecían a la comuna de El Bosque. En ese momento creamos grandes lazos, los cuales continúan hasta el día de hoy. Ensayamos algunas veces en la casa de Jorge Rojas, guitarrista de Sandino, quien había acondicionado acústicamente una sala (hoy conocida como “Árbol Estudio”). A todos nos gustaba The Clash, el Ska y Los Prisioneros, así que no tardamos en congeniar. Además, siempre fuimos amigos de nuestros amigos. El evento de la Teletón en 1994 fue un hito tanto para Skayschop como para Sandino Rockers. Skayschop tuvo la oportunidad de presentarse frente a un público amplio, de 5.000 personas en la Plaza de Armas de San Bernardo, y también apoyamos a Sandino Rockers en sus primeros pasos en escena. Este gesto solidario refleja el espíritu colaborativo que definía a la escena underground de la época. El evento quedó marcado como un momento de unión musical y comunitaria, donde se mezclaron diferentes estilos y generaciones en un ambiente festivo”, dijeron.
 
Jorge Rojas, guitarrista de Sandino, también recuerda el hito. “Al frente de la gobernación provincial de Maipo ( en la Plaza de San Bernardo) debutamos con Sandino Rockers. Fue para una jornada de la Teletón.El contacto con los encargados, nos lo hicieron nuestros amigos de Skayshop, ellos siempre fueron muy movidos y jugados, conocían a los organizadores y lograron incluirnos. Llego el día del debut. Llegamos al lugar como a la una de la tarde, nos hicieron pasar a un salón que servía de camarín para los artistas, donde estuvimos con muchos músicos locales, entre ellos, los mismos  "Skayshop", que subieron al escenario más temprano que nosotros. Afuera, la plaza estaba repleta. En eso, nos avisaron que nosotros saldríamos a tocar a la una de la mañana. Estuvimos doce horas encerrados y esperando en ese salón, salimos a tocar muy tarde y había poca gente ya, a esa hora, en la plaza;  aún así estábamos felices y agradecidos por esta oportunidad tan esperada”, son los recuerdos de Jorge de un debut que fue posible gracias a Skayschop.

En aquel momento se generó una afinidad muy grande entre Skayschop y Sandino Rockers, bandas que eran del mismo sector y que cultivaban estilos similares. Tanta fue la sintonía surgida entre ambas bandas que en 1995 algunos integrantes de Skayshop ( los miembros que integraban la sección de bronces), partieron a reforzar a Sandino Rockers. Un pequeño - gran hecatombe para Skayschop, que pese a todo, no mermó en las ganas de seguir adelante. “Fue un poco triste  enfrentar la partida de quienes habían sido nuestros amigos y hermanos desde muy jóvenes, pero hubo que asimilarlo y aceptar que deberíamos continuar sin bronces. Decidimos seguir adelante con la formación restante”

En 1996 la última formación del Skayschop tuvo la posibilidad de grabar lo que sería también su último tema. “Nos enfocamos en trabajar en temas nuevos. A principios de 1996, grabamos en estudio “Conserva tu vida”, una canción que marcaba el inicio de cambios sonoros y líricos. Grabamos el tema de nuevo con Lucho Gálvez y la canción llamó la atención del canal ViaX. Esto nos llevó a grabar un videoclip en la Maestranza de San Bernardo, el cual fue presentado por Lulu Rosasco y estuvo en rotación en el canal durante todo un año”


El registro da cuenta de una nueva etapa del grupo. “En ese momento, ya no contábamos con bronces, tumbadoras ni teclados, Gino pasó de ser vocalista a asumir el rol de segunda guitarra, y se incorporó José Miguel Vergara ("El Sapo") como vocalista, un amigo de la banda y del barrio", contaron

.
El sonido de “Conserva tu vida” está a medio camino entre temas como “London Calling” y “Night Boat to Cairo”.  La letra del tema dice:

"Conserva tu vida

En la calle se comenta,
Un ritmo que nos hace vomitar,
El pulso de la vida es tan justo y controlado,
Que no alcanza el tiempo para descansar…

El dinero nos controla,
Y nos mueve cuando dictan su valor,
Y en los discursos, sobran las palabras
De aliento para quien está en prisión…

Hey, hey, hey, conserva tu vida
No hay, no hay, no hay otra salida”

Posteriormente Skayschop se disolvió oficialmente para derivar en el proyecto Radio Habana, banda de transición hacia Rojo Vivo. En paralelo, el trombonista Claudio Sepúlveda y su primo, el saxofonista Javier Chacón, decidieron retirarse de Sandino Rockers.

En ese momento ellos se re encontraron con Gino Alveal, Miguel Díaz y Rodrigo Estay, con quienes habían sido compañeros en Skayschop (y que en ese momento integraban el proyecto Radio Habana). Del re - encuentro entre todos estos músicos surgió Rojo Vivo.

Skayschop (1993-1996), fue una banda interesante, previa, una referencia y un antecedente; si bien no alcanzaron a grabar un disco y no tuvieron el mismo desarollo e impacto que tuvo posteriormente Rojo Vivo o los mismos Sandino Rockers, si tuvieron el mérito de haber soñado y apostado por el Ska, aún cuando no existía una escena Ska cómo la conocimos después.

Fueron conocidos en su comuna, ganaron dos concursos (Festival Victor Jara y Extra Jóvenes), compartieron con referentes como Santiago Rebelde, salieron en medios y ayudaron a Sandino Rockers a debutar; y aunque enfrentaron crisis y cambios de formación, siguieron siempre adelante; fue en síntesis un grupo interesante, una agrupación de espíritu, sonido y estética ska, que dejó buenos singles y videos y de cuyas filas salieron músicos insignes de la escena, una banda indispensable, que hizo escuela en la zona sur de Santiago y cuya historia está estrechamente ligada a la de Sandino Rockers y Rojo Vivo, de quienes no se puede hablar sin mencionar a Skayschop.

“La experiencia de Skayschop fue intensa, llena de aprendizajes y momentos inolvidables, una etapa donde la adolescencia, la música y la amistad se entrelazaban de forma única. Fue hacer música desde el corazón, rodeados de amigos que, sabíamos, serían para toda la vida. A pesar de las dificultades materiales y de los cambios de formación que tuvimos, encontramos felicidad en el proceso creativo y logramos conectar con el público desde un lugar auténtico y genuino. Fue un período marcado por sacrificio, aunque contábamos con la energía adolescente, fueron tiempos de camaradería y una inmensa pasión, donde cada concierto y cada ensayo se vivían como una verdadera celebración”, dice Miguel “Yo creo que dejamos  un potente mensaje de amistad, resistencia cultural y amor por el ska”, señalan los músicos.
 
“El nombre "Skayschop" refleja la esencia del grupo: el ska como pilar musical y la camaradería que nos unía. La palabra tiene un significado casi literal, nace de forma completamente orgánica, ya que alude a la fusión del ska en momentos compartidos, muchas veces acompañados de unos Schops de cerveza. Era una forma de rendir homenaje a la cultura que nos definía: amigos, música y diversión en un contexto donde las dificultades materiales no apagaban las ganas de crear y expresarse”

( ) Este texto se trabajó y desarrolló en conjunto con los testimonios y aportes de archivo de los tres miembros fundadores de Skayschop: Miguel Díaz, Gino Alveal y Rodrigo Estay.

viernes, 20 de diciembre de 2024

"Los que Somos", Los Caurolites

Por Cristóbal González Lorca


El querido músico Gustavo Daza, guitarrista y artista conocido en la escena del ska chileno e internacional por sus destacadas participaciones en Los Precisios Rocksteady Combo y en otros proyectos musicales, lidera actualmente Los Caurolites, banda de la región O’Higgins que ha editado recientemente un disco de ocho canciones.

El nombre del grupo es un juego de palabras entre “cabro”, que es como le decimos a los jóvenes en Chile ("cabros" o mas informalmente “cauros” y The Skatalites, la seminal banda Ska de Jamaica. El nombre "Cauro-Lites" funciona como un nombre compuesto, un "mix" entre ambos conceptos, que bautiza con originalidad al grupo de Rancagua. Así tenemos frente a nosotros a estos “cauros” de la sexta región que desde ahí, al igual que los Skatalites, honran con clase una raíz musical.

Y es que todo en la música de los Caurolites es eso: raíz, historia y nostalgia. Su sonido nos lleva a diferentes épocas pasadas del ska; las composiciones del grupo tienen ese clásico toque inconfundible de melancolía y nostalgia Two Tone, un componente que sin duda los caracteriza y distingue, pero que no les impide mirar al futuro como grupo.  

"Los que somos" es el nombre del nuevo disco de Los Caurolites, una placa en la que la banda presenta una serie de canciones grabadas con la participación de diversos invitados de la escena ska chilena e internacional. Un gesto que refuerza la idea del ska como una comunidad mundial y unida y un álbum que muestra la capacidad de despliegue y expansión del grupo desde Rancagua hacia el mundo.

El track número dos del disco es sin duda, una de las joyas del álbum. Se llama "Agua" y la pieza destaca por su amable sonido relajado y por la gran participación de King Djangó con su dulce voz y la referencia al vital elemento. King Djangó es un notable cantante, compositor, ingeniero, productor y multi-instrumentista estadounidense, especializado en los géneros de ska, rocksteady, reggae, dub, dancehall , rhythm & blues y soul. Su presencia con los Caurolites, ennoblece este trabajo.

Un momento alto del álbum también es el tema "Quemando las alas de sol" donde destaca la voz de Maga Ortúzar, cuyo hermoso registro vocal enriquece la producción, evocando con su despliegue a grandes voces femeninas populares como Doreen Shaffer de The Skatalites o como Pauline Black, la cantante de la banda inglesa The Selecter. El registro de Maga abre el espectro sonoro del disco y lleva al auditor hacia un lugar muy popular y cálido, con fraseos que recuerdan también a cantantes como Mon Laferte o Cancamusa. Maga Ortúzar  es una cantautora y actriz de Rancagua, misma ciudad que la banda, reconocida por su participación en la banda sonora de diversas teleseries así como por su destacado papel en el musical La pérgola de las flores. 

Otra pieza que destaca es "Camino al hogar", con la voz de Argelia de México. Voces femeninas que se suman y qué enriquecen el trabajo.

El tema "Calma", por su lado, aporta un momento muy sabroso y relajado al disco al igual que "Es por ti", tema grabado junto a Mariano, integrante de la conocida banda Papas ni pidamos, un gran early reggae del disco, grabado junto a este mítico integrante de la escena ska de Buenos Aires. "Refugio" es una gran tema, rápido, de estilo Two Tone, grabado en conjunto con una banda chilena especializada en ese sonido, tal como lo es La New Band, grupo liderado por el mítico Christian Tauber, ex Santiago Rebelde y Los Precisos. Destaca también el track "Lluvia y tierra" con la participación de Tony, integrante de la banda argentina La Verdolaga, grupo que tomó su nombre del clásico tema grabado anteriormente por la artista colombiana Totó La Momposina y por el colectivo franco-cubano P-18. El disco de Los Caurolites abre con "Al bailar" un track nostálgico y de impronta inglesa, grabado junto a Pedro, de Psicosis, banda del Perú.

Este álbum, compuesto y grabado totalmente en la región de Ohiggins, muestra la capacidad de Gustavo y de los suyos para diseñar un proyecto potente, que nace desde la región pero que los conecta y  proyecta a la banda al resto de Chile y al mundo. "Es un disco que une el continente, de norte a sur, desde Nueva Jersey hasta Puerto Montt. Un disco grabado con músicos de 6 países distintos, unidos en un mismo ábum de ska, de una banda chilena", ha dicho Gustavo "Nosotros, Los Caurolites los invitamos a este viaje por esta cultura que nos une. "Los que Somos" es un disco lleno de amistad y unión", afirma orgulloso.

El álbum es un documento interesante sobre una banda que conoce muy bien el estilo que cultiva pero además es un registro valioso sobre la actualidad del ska y las infinitas posibilidades interacción y de expansión musical que este género posee hoy. Un trabajo hecho con cariño para decir que el Ska sigue latiendo, unido, con fuerza y futuro desde el cono sur al mundo.




jueves, 11 de julio de 2024

FESTIVAL MANTRA SKA : 18 AÑOS DE SKA UNDERGROUND

Texto: Vanessa Laverde

Fotografías: Valeria Zarate - Libélula Films


La Citrola Deskapotable, Sin Apuro Ska, Fieromonos, Brigada de Negro y Los Patocarlos fueron las agrupaciones protagonistas del Mantra Ska Festival, una oportunidad perfecta para escuchar bandas que se cultivan fuera del centralismo santiaguino. Mantra Ska es una organización de músicos que interpretan el género a lo largo de Chile, su objetivo precisamente es unir el ska chileno, es decir, descentralizar la escena y visibilizar los territorios desde donde ésta se crea.

El evento tuvo lugar el pasado sábado 18 de mayo, en el Espacio del Ángel, pleno centro de Santiago,lugar al que la gente estaba citada desde las 19:00 horas para apreciar el variado cartel que nos deleitará a través del baile y la versatilidad del ska.

Inicia la querida Brigada de Negro con su paritaria formación, show cargado de buenas letras, samplers, finos vientos, guitarra y bajo. La banda que ya cumplió 20 años de camino, ha estado más activa que nunca desde el pasado noviembre, fidelizando a su público y experimentando con su show, que por cierto nunca deja de sorprender con sus líricas antifascistas y su sonido Mestizo. Francisco Toloza su líder, es miembro activo y organizador de Mantra, junto con las bandas presentes, se la juega por unificar la escena y realzar su valor.

Les secundan Los Patocarlos, la única banda Santiaguina del encuentro, que bordea los 18 años de existencia y quienes no tocaban en vivo desde la pandemia. En esta ocasión nos presentan una nueva formación, reemplazando a su antiguo frontman el “Suri”, quien estaba de público observando el nuevo show. La banda es reconocida por su gran puesta en escena, aludiendo al humor, a la distensión y al baile. Son como “adolescentes de casi cuarenta años” que tienen claras influencias del ska y rock estadounidense como las agrupaciones Sublime, Reel Big Fish, entre otras, y que, acompañados de los buenos riff a cargo de la guitarra de Renato, y el histrionismo de su nuevo integrante, hicieron del espacio un momento muy divertido, nunca dejando de lado el representativo flotador en forma de patito amarillo que iba desinflándose a medida que terminaba su presentación.

Continúa la banda penquista Fieromonos, quienes ya han visitado la capital un par de ocasiones, y que también bordea los 18 años de trayectoria. Sorprenden con su formación a dos guitarras, bajo, batería, piano y vientos, letras conscientes, un sonido sólido y altamente influenciado de rockabilly en sus solos de guitarra.


El Espacio del Ángel es un lugar muy particular ya que queda en pleno centro de Santiago en las antiguas galerías comerciales. Cuenta la leyenda que fue un teatro en donde se proyectaban películas porno, cosa que era habitual en los 80 y 90, pero que con la llegada del microtráfico y negocios “turbios” la municipalidad de santiago le quitó los permisos y de a poco se fue convirtiendo en lo que es hoy, un espacio para tocatas y fiestas electrónicas.
El lugar está muy bien adecuado estética y visualmente pero lamentablemente su acústica se aleja de lograr un buen ensamble entre la amplificación, las voces y algunos instrumentos como el piano.
Luego de Fieromonos el turno en el escenario es para la banda más sureña que compone el cartel, La Citrola Deskapotable desde Puerto Montt, quienes tocan desde el 2005 y su formación incluye el acordeón, símbolo indiscutible del sonido del sur chileno. A pesar de los problemas acústicos del lugar, la banda lo dejó todo en el escenario con sus letras e interpretación, lo cual se visualizó en la pista.


A parte de la tokata, como ya es costumbre en las actividades autogestionadas, estaba instalada una pequeña feria donde podías comprar todo el merchandising de las bandas, chapitas, poleras, discos, y stickers, intercambio comercial que sirve para solventar un poco este periplo de cuatro bandas que se cultivan alejadas de la capital.
Este viaje por el ska chileno finaliza con la banda ariqueña Sin Apuro, con su impronta marina e influencia del surf, nos deleita con lo mejor de su repertorio, gracias a su carismático frontman: el Figue, quien no para de saltar y bailar arriba del escenario e invita con su energía a corear, …”yo nunca cambiaré, sin apuro seguiré”…para finalizar tocando la versión ska del clásico de la música popular “Te he prometido” del gran Leo Dan, junto a Cristián Orellana, líder y vocalista de la banda santiaguina Monkey Man.

   
Vale destacar el trabajo de quienes no se ven en el escenario, los técnicos, quienes tuvieron un gran desafío a la hora de hacer los cambios necesarios para que cada agrupación pudiese sonar lo mejor posible, a pesar de la acústica del lugar, y la variedad en integrantes que posee cada una de las bandas. Lo cual muchas veces es una dificultad a la hora de salir a escena.
Más de dieciocho años en el andar de la autogestión se encuentran todas las bandas que sonaron en el Mantra Ska Festival, una cantidad de tiempo importante, que demuestra perseverancia, creatividad, esfuerzo, organización y sobre todo amor por lo que se hace, creo que es importante felicitarles por seguir en la senda del underground y por el aporte que hacen al ska chileno desde sus territorios.
Dos ideas se quedan en mi mente para invitar a reflexionar, la primera, aún se ve poca participación femenina de estos espacios, pocas mujeres tocando, pocas mujeres en la técnica, sigue siendo importante poner el foco y observación a las compañeras que están haciendo ese trabajo e invitarlas a participar y vincularlas de manera paritaria. 
La segunda reflexión es, ¿cuál es el factor determinante para que asista muy poca gente a este tipo de festivales? Estaría bueno entrar en ésta discusión y comenzar a pensar en un estudio de audiencias para estas instancias.




miércoles, 24 de abril de 2024

UN PASO ADELANTE: HOMENAJE SKA A ROBERTO TITO DÍAZ, Ó LA CUMBRE SANTIAGUINA DEL SKA


Texto: Vanessa Laverde

Edición: Gerardo Figueroa Rodríguez 

Fotografías: Patricio Aliaga y Pablo Trujillo Novoa

 El pasado sábado 20 de abril se llevó a cabo el evento Un Paso Adelante: Homenaje Ska a Roberto Tito Díaz, producción que invitó a 22 artistas del género y sus derivados, al Aula Magna del Centro Cultural Ceina. La actividad se vio complementada con una feria en la terraza del mismo, en donde variedad de artesanxs, ilustradores y coleccionistas vendieron sus productos.

En lo que va de 2024, hemos presenciado la buena salud de la música Chilena, al punto  que se han vuelto a unir bandas icónicas, como Los Tres o Los Bunkers, ya sea por motivos económicos o para dar fe de la consolidación de su sonido. Y, el motor que hizo juntar a agrupaciones musicales basadas en el ska, a expositores y técnicos de sonido, entre otros obrerxs de la música el sábado en el Ceina fue: el amor, el compromiso político, la alegría y la humildad que transmitía Roberto Tito Díaz, baterista icónico de la banda de rock mestizo, Sandino Rockers, y participante de otros proyectos como Les Comunés y Sudaka Sound System. El Mariskal (como le nombran sus amigxs) luchó con una enfermedad gastrointestinal durante varios meses y, lamentablemente, falleció el pasado 29 de octubre.

 El legado de Tito dio pie a este homenaje comandado por Cristóbal González, Jorge Rojas, Natalia Álvarez (La Joya) y Kenna Escobar, un hito dentro de la escena del ska chileno, ya que no solo se presentaron bandas actualmente activas, sino agrupaciones pioneras del ska mestizo en Santiago, como Escaso Aporte, Santo Barrio y Sandino Rockers, quienes llevaban muchos años en receso.

 La actividad comenzó temprano, con una programación de aproximadamente 13 horas, la cual incluyó la proyección del documental Guerrero Infinito del Tiempo Eterno (que se puede ver en YouTube), pieza audiovisual que nos cuenta sobre el velorio de Tito, realizado en la Casa Popular (Gráfica Popular), donde gran cantidad de agrupaciones musicales y culturales le dedicaron su arte, sembrando quizás, la semilla que decantó en este gran encuentro. 

Imágenes del documental


Juanito Ayala, Rigo Rioja, Escaso Aporte, La Joya, Brigada de Negro, La New Band, Betania López, Ywana, Pacto Negro, Chinatown Ska, Mapurbe (poesía), Caballo Loco, Skaldik, Monkey Man, Los Revolucionarios Evolucionarios, Santo Barrio, El Corzario, Manifiesto Ska Jazz, Rojo Vivo, Les Comunés, Sandino Rockers y Sudaka Sound System, fueron convocadxs como parte del line up de este emotivo encuentro. La columna vertebral que une a estos artistas es, por supuesto, el ska, género alegre, antifacista y combativo pero, sobre todo, versátil, lo cual quedó demostrado en el escenario del Ceina durante cada una de sus presentaciones .

 Ska mezclado con salsa, cumbia, hard rock, punk, jazz tradicional y manouche, metal, sonidos andinos, merengue, afrobeat, funk, reggae, blues, rock n roll, ranchera, raggamuffin y muchos más, fueron los ritmos que los integrantes del cartel recorrieron, enviando, además, mensajes positivos para Tito y su familia.

 Para profundizar en los shows de algunas agrupaciones que sorprendieron, voy a comenzar por Betania López, una de las pocas mujeres que compone y canta ska (y sus derivados) en Santiago. El año pasado lanzó su tercer y más reciente disco, titulado Corriente Fluvial, obra de gran factura y con la cual se presentó en el homenaje, acompañada de Nacho Selektor y el guitarrista Galtter Álvarez, además del rude boy bailarín Joaquín Mojica, quien ejecutaba sus pasos al mejor estilo two tone. La voz de Betania es potente y da cuenta que, en formato sound system o banda, es la que sostiene este proyecto. La artista recorre los sonidos jamaiquinos del ska, el reggae, y el rocksteady mezclandolos con cumbia y algunas variaciones, además de versiones de canciones como “Baño de mar a medianoche”, popularizada en Chile por Cecilia, la Incomparable, deleitando al público del Aula Magna.

 

Foto por Pablo Trujillo Novoa 


Es importante destacar tres agrupaciones que están vigentes y sobresalieron en calidad y proyección durante la jornada: Pacto Negro, con su punky reggae party; Chinatown Ska con su refinado skajazz y Skaldik con su skapunklorica propuesta. En ellas se percibe pasión por lo que hacen, cohesión sobre todo por sus numerosos integrantes e instrumentos y profesionalismo. Los bronces y la batería, me atrevería a decir, son la columna vertebral de estxs músicxs cuyo sonido impresiona, además aprovecharon a su favor las características sonoras del escenario del Ceina.

Foto por Patricio Aliaga


 Otro artista que impresionó con su show fue El Corzario, integrante de la extinta banda pionera del ska en Chile, Santiago Rebelde. Acompañado de Gitano Maldito en la guitarra y  Wenu en Contrabajo, sorprenden con su performance, destacando la calidad interpretativa de sus integrantes, así como el histrionismo y la capacidad vocal de Corzario. 

 Digna de resaltar es la apuesta de la producción para seleccionar a los artistas y el lugar donde se realizó el homenaje, puesto que no es habitual para fiestas ska de largo aliento: tampoco se podía consumir alcohol ni fumar, cosa que resintió el público, que no apareció en masa hasta pasadas las 18 hrs. Sabemos que el espacio que las bandas usan frecuentemente para tocar son los pocos bares o lugares que hay en Santiago, comúnmente con poco espacio, refuerzo sonoro limitado, una pista de baile medianamente  adecuada y un alto consumo de sustancias, versus el Aula Magna del Ceina, adecuado para sonar bien y permitir al público apreciar lo que está viendo y escuchando. ¿Cómo no va a ser importante dignificar el trabajo de las y los músicos, para que cuenten con todo el despliegue técnico y sonoro que tuvieron en este homenaje?. 

Foto por Patricio Aliaga 


Importante relevar el trabajo técnico de Jorge Pericó (refuerzo sonoro), Kutral Dub (Sonidista), José Navarro Pérez “Kenacho” (Stage Manager), Miguel Farah y el “Gato” Richard (técnicos de escenario) quienes actuaron de forma muy profesional. El montaje entre una y otra banda fue lo más expedito posible, con muy pocos detalles que se afinaban con el pasar de cada show. Sin embargo, algunos micrófonos sonaban muy bajo o simplemente no tenían sonido, hecho que se repitió durante la jornada, y que es parte del directo sumando a la cantidad de agrupaciones y formaciones que se presentaron durante el homenaje.

 El público se comportó a la altura, hubo baile y no se generó ningún tipo de disturbio. La gente pudo fumar en la terraza y mostró gran respeto por quienes asistieron acompañados de sus bebés, niños y adolescentes, un público con conciencia. No faltaron quienes entraron su “petaquita piola” y las tallas por parte de algunos vocalistas, que preguntaban a la gente cómo se sentían estando sobrios. También fue un agrado encontrarme entre adolescentes, como público que disfrutaba de los shows coreando algunas de las canciones. Una clara muestra de que el género no pierde vigencia ni versatilidad,y tampoco se detiene en el tiempo.

 Continuando con los shows, quiero referirme a Sudaka Sound System, quienes durante toda la jornada seleccionaron muy buenas versiones de ska, reggae y dancehall en vinilo, complementadas con interesantes reflexiones sobre los gustos musicales de Tito, el valor de las piezas sonoras y su mensaje. Destaco la labor de David Selknam (más conocido como Chelekta T-Fly), quien me hizo sentir como en una instancia casi religiosa con su “prédica musical”.

 
Foto por Pablo Trujillo Novoa


 Uno de los shows más esperados de la noche fue la reunión de Santo Barrio, presentados por el escritor Julio Osses, quien recita fragmentos de la canción “Skalíticos” de Santiago Rebelde:…“ésta es música de libertad, es la música que ha acompañado todos los procesos antifascistas que hay en el mundo, lo bailan en la calle, lo bailan en el metro, lo baila tu abuelita, se baila en el desierto, lo baila tu instituto, lo baila, tu rector, lo baila tu colegio, lo baila tu inspector, lo bailan en la iglesia, lo baila el presidente, lo bailan diputados, senadores y gerentes, lo baila la fuerza aérea, lo baila la marina, milicos, pacos, tiras, están bailando allá en la esquina, los punkies y los hippies, ahora son amigos, la paz y la anarquía el ska ha reunido, ya no existen etiquetas, todo el mundo baila ska...hasta los racistas bailan ska...sras y sres esta noche SANTO BARRIO!”... sala llena, dejaron la “patá” e hicieron bailar con su clásico Tumbao Rebelde a quienes estábamos sentadxs

 Fue un privilegio para mí ser testigo de la reunión de esta banda icónica, ya que llevaban muchos años inactivos y lo que se lee o escucha de la agrupación parecía ser un mito, hasta que el sábado se materializó en el escenario, demostrando por qué dejaron la vara tan alta con su sonido skamestizo en los ‘90. 

 

Foto por Patricio Aliaga


 Saliendo del escenario, en el tercer piso del Ceina, te encontrabas con la Feria Ska, bajo la coordinación de Pamela Sperling, instancia para ir a descansar, vitrinear, compartir, fumar o comer, además de escuchar la selección del Sound System Back to Jamaica a cargo de Skarlos y Marie, quienes programaron algunos clásicos del género y también canciones de las bandas que se presentaron durante la jornada. Chapitas, poleras, afiches, discos, stickers, aros y ropa en torno al estilo ska fueron los principales productos que se comercializaban en la feria. También había un puesto de sandwiches, café, agua y té. Aunque se sabe que el evento conserva un espíritu popular, se echó de menos la venta de comida más elaborada o contundente, con opciones veganas, puesto que era un evento masivo, de larga duración e ingreso condicionado a no salir del lugar y comprar en otro lado.

 Entre los muchos aciertos del evento, como el lugar y las bandas, puedo sumar la fecha escogida: para quienes no saben, el 20 de abril es considerado el día de la marihuana, planta medicinal y de uso recreativo que ha estado ligada a los procesos creativos de artistas de todo el mundo; también ligada a Jamaica y a su música, por lo tanto, la plantica  acompañó el homenaje a Tito.

 

Foto por Pablo Trujillo Novoa


 No puedo terminar la nota sin hablar de Sandino Rockers, otra de las agrupaciones más esperadas de la noche. Sandino es la banda que mezcló los vientos de los Andes con el rock, el ska, reggae y punk con letras que narran la anhelada caída del sistema capitalista que nos rige. “El pequeño ejército loco” cierra la larga jornada de conciertos y homenajes a Tito, deleitándonos con todos sus clásicos: Ira contenida, Combatiente, Sandino y Mi tierra, para finalizar con una colaboración junto a algunos intérpretes de bronces, integrantes de varias agrupaciones que se presentaron durante el día. También les acompañó un cuerpo de baile Tinku el cual integra Mayari, la hija mayor de Tito, además se sumó al escenario la agrupación Lakitas Apasa, quienes, lamentablemente, no pudieron ser apreciados en plenitud, sobrepasados por la potencia de los bronces, que opacaban sus instrumentos. Aún así, se notó el disfrute de los Sandino en el escenario, la fuerza de su sonido y la emoción del público que les estaba esperando. 

 En conclusión, fue una gran jornada, llena de nostalgia, memoria, conciencia, amor y alegría, pero sobre todo, de mucho trabajo para la producción, un equipo paritario y muy organizado a quienes les agradezco por invitarme a compartir lo vivido. Asimismo, la actividad sirvió para tomarle el pulso al ska hecho en Santiago de Chile, conocer sus propuestas, su desarrollo, recibir el mensaje cargado de antifacismo, observar la calidad interpretativa de sus cultores y la conexión con la audiencia. 

Foto por Pablo Trujillo Novoa


 Porque sin alimento no hay energía, es importante visibilizar la labor de Marlene Pereira y su equipo, quienes estuvieron a cargo del catering y la alimentación de todxs lxs obrerxs de la cultura que trabajaron arduamente durante la jornada del 4/20.

 Para terminar, el evento nos deja la reflexión en torno a la celebración de la vida, a la unión de las personas y en cómo abordamos la muerte, ya que, muchas veces, dejamos los homenajes para las personas fallecidas y no les valoramos en vida. 

 ¡Vuela alto, Tito!